Padre Gallo y Padre Morita ya descansan en Cerocahui

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Padre Gallo y Padre Morita, ya descansan en Cerocahui, comunidad a la que le ofrendaron la vida. El recorrido de los restos mortales de los sacerdotes Jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, fue de Chihuahua capital, a esa comunidad de Urique, con una parada en Creel en donde se celebró una misa de cuerpos presentes.

Pasadas las cuatro de la tarde de este domingo 26 de junio, el cortejo fúnebre, del que descendieron los ataúdes con los cuerpos de los sacerdotes asesinados en esa mismo templo de San Francisco Javier.

Los fieles de la comunidad ayudaron a cargar los ataúdes, entre hombres y mujeres los introdujeron a templo en donde los colocaron sobre las propias bancas, frente al altar, ambos ataúdes cerrados y frente a ellos se colocaron fotografías de los sacerdotes. Abundaban los arreglos florares y banderas blancas de la paz.

Fue el gobernador indígena Martín Cadena, quien dirigió un mensaje a los asistentes en su lengua natal, por su parte el diácono Esteban, anunció que después del rezo del Santo Rosario se realizara un acto de purificación, pues el templo había sido violentado.

“De aquí se los llevaron, muertos a balazos y aquí vamos a hacer un ritual de purificación, se deshonró, se violentó, se faltó al respeto al templo, a Dios y a la vida de nuestros hermanos, con este ritual vamos a bailar, echar incienso para que todo ese mal y todo ese odio que hay se vayan.

Para que el bien vuelva, para que el de arriba nos ayude y le ayudemos a él a que todo esto venga para la paz y Cristo, que pasó lo mismo que pasaron los padres, nos va a ayudar con su luz, con su amor para que podamos pasar este día bonito”, enfatizó el diácono