La OMS indicó que está en contacto con las autoridades rusas y de otros países para analizar los progresos de las distintas investigaciones de vacunas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió con cautela la noticia de que Rusia ha registrado la primera vacuna del mundo contra la COVID-19, señalando que ésta, como el resto, deberán seguir los trámites de precalificación y revisión que marca el organismo.
El portavoz subrayó que la organización se siente animada “por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas” y espera que algunas de ellas “se muestren seguras y eficientes”.
El organismo con sede en Ginebra citó entre esas seis a tres candidatas a vacunas desarrolladas por laboratorios chinos, dos estadounidenses (de las farmacéuticas Pfizer y Moderna) y la británica desarrollada por AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford.
Según Putin, la vacuna rusa es “eficaz”, ha superado todas las pruebas necesarias y permite lograr una “inmunidad estable” ante la COVID-19.