El secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña, dio a conocer su postura respecto a la elección de jueces y magistrados. Señaló que dejar el proceso al azar no garantiza la selección de los mejores perfiles.
El funcionario estatal destacó que la calidad de los candidatos debe medirse con indicadores claros y transparentes, ya que esto permitiría evaluar la aptitud y capacidad de quienes aspiran a ocupar estos cargos.
De la Peña indicó que en el sorteo participan personas con una trayectoria consolidada en el ámbito judicial, con candidatos que recién egresan. En el primer caso estos candidatos han desarrollado su formación tanto en el ámbito académico como en la práctica.
A esto se suma que la experiencia dentro del Poder Judicial refuerza su conocimiento en la impartición de justicia. Esto los diferencia de quienes apenas inician su camino en el derecho.
Se han identificado aspirantes con una formación académica avanzada. Algunos cuentan con uno o más posgrados en áreas específicas del derecho. Estas especializaciones abarcan ramas como el derecho civil, familiar o penal. Esto demuestra su preparación para asumir la responsabilidad de impartir justicia.
El secretario enfatizó que el sorteo coloca en igualdad de circunstancias a perfiles muy distintos. Un profesional con amplia experiencia compite con alguien recién egresado de la universidad. La reforma establece un requisito de promedio superior a ocho, pero esto no es suficiente. Consideró que la especialización en la materia debería ser un factor determinante.
Finalmente, el funcionario estatal afirmó que el sorteo no es el mecanismo adecuado para la elección. Al darle la misma oportunidad a todos, no se reconoce el mérito ni la trayectoria. Subrayó que la selección debe basarse en criterios objetivos. Esto garantizaría que los jueces y magistrados cuenten con la preparación necesaria.