Gualterio vive en un pequeño pueblo rural de Argentina. Al viralizarse su caso, un político prometió garantizar la conexión.
La educación mediante enseñanza virtual generó condiciones complicadas en muchos territorios del mundo. Tal es el caso de un adolescente que se trepa a un molino para conseguir Internet y enviar la tarea por WhatsApp, en medio de la pandemia.
El protagonista de la historia es Gualterio Canezza, un chico de 13 años que vive en Argentina, en un pequeño pueblo llamado Jubileo. La ciudad más cercana de esta localidad es Villaguay, y se encuentra a 45 kilómetros. Allí, en el campo, la conexión 3G y 4G es defectuosa.
La historia fue dada a conocer por el docente del menor, Arturo Humberto Bahrich, quien subió unas imágenes a Facebook.
“Este niño es un alumno mío de la Escuela Urquiza, se llama Gualterio, un fenómeno, se tiene que subir al molino para tener señal y de esta manera baja sus actividades!!! Este año entregó de forma impecable todas sus etapas en tiempo y forma!!!”
Vive con sus padres en un hogar “perdido” en el medio del campo
El profesor también pidió en su publicación que alguna autoridad educativa de Entre Ríos o alguna compañía de telefonía e internet se hicieran cargo de la situación del pequeño.
El docente, quien le da clases de Historia y Geografía, señala que después de hacer la tarea, el pequeño tiene que volver a subirse para enviarla, ya que es el único lugar donde hay algo de señal, aunque sea escasa, detalla en entrevista para RT.
Una noche, mientras usaba la red social, vio un estado del padre de Gualterio donde compartía la foto de su hijo subido al molino. En ese momento, el profesor se motivó para difundir la situación en su cuenta de Facebook: “les mandé un audio a los papás, para que me enviaran la imagen. Necesitaba publicar su esfuerzo, y de paso, ver si alguien podía colaborar”.
Pronto podrían ayudarlo
Tras el posteo, la reacción llegó antes de lo esperado: “en menos de cinco minutos, un legislador provincial de mi ciudad me llamó para decirme que se iba a hacer cargo o que iba a gestionar los medios”. Y el interés por el caso siguió: “Me acaba de llamar una empresa importante de Argentina para costear los gastos que lleve instalar Internet”, cuenta.
Entre tanto, ni la humilde familia de Gualterio ni el docente de Villaguay imaginaban que “esto iba a llegar a tanta gente y tener tanta magnitud”. Finalmente, este maestro destaca que el alumno brinda una enseñanza: “Demostró que con un poco de esfuerzo y trabajo todo se puede hacer. Nos deja una gran lección”.
