Ambos originarios de El Salvador, fallecieron desde el pasado domingo al intentar cruzar el Río Bravo para solicitar asilo en EUA.
La crisis migratoria cada vez se hace más grave en México. Intentar usar territorio nacional como un puente para llegar a Estados Unidos, cada día se vuelve más complicado, más riesgoso, más mortal. Prueba de ello los hechos lamentables ocurridos el pasado domingo, cuando un hombre junto a su pequeña de no más de dos años, perdieron la vida al intentar cruzar el Río Bravo, queriendo llegar a Estados Unidos.
El padre intentó rescatar a Valeria
Valeria apenas contaba con un año y once meses. Su padre, Óscar Alberto Martínez, tenía 25 años cumplidos. La tragedia comenzó, quizá, desde que pensaron en cruzar por el Río Bravo para llegar a Estados Unidos y ahí solicitar asilo. Originarios de El Salvador, Óscar y su esposa Tatiana Vanesa Ávalos, de 21 años, tomaron a Valeria y decidieron arriesgarse, a sabiendas de los peligros que representaba para todos hacerlo de esta manera. “No había opción”, dijo Tatiana a los medios locales.
Tatiana tomó a Valeria en sus brazos y se lanzó junto con Óscar al Río Bravo; sin embargo, al ser tan fuerte la corriente del río, la pequeña se zafó de los brazos de su madre, por lo que su papá corrió a buscarla, ante los gritos ahogados de Vanesa, quien fue rescatada tras sufrir una crisis nerviosa.
Todo sucedió el pasado domingo
Fue el domingo pasado cuando todo esto sucedió, sin embargo, los cuerpos tanto de la pequeña Valeria como de Óscar, fueron encontrados abrazados apenas este lunes. De acuerdo al diario Reforma, personal de la Procuraduría de Justicia de Tamaulipas, acudió al sitio para dar fe de los hechos, mientras que los cuerpos fueron trasladados al anfiteatro del Servicio Médico Forense.
Los cuerpos de Valeria y Óscar se sumergieron a la altura de la calle Matamoros, a unos metros de la Cruz del Migrante, luego de esperar en Matamoros la respuesta a la solicitud de asilo político al gobierno de Donald Trump. Tatiana indicó que desde hace dos meses esperaban en un campamento ubicado en el puente Puerta México, aguantando temperaturas de hasta 45 grados centígrados.
De acuerdo al coordinador de la Casa del Migrante, Juan Antonio Sierra, tras los acuerdos firmados entre México y Estados Unidos, autoridades del Instituto Nacional de Migración procedieron a retirar a los migrantes y llevarlos a los albergues, pues tanto salvadoreños como nicaragüenses, cubanos, brasileños y africanos, deambulan en el cruce internacional a la espera de ser llamados por oficiales de migración de Estados Unidos y poder presentar su solicitud de asilo político.
