Muere Lupita Torrentera a los 93 años: la mujer que marcó el corazón de Pedro Infante

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La madrugada del viernes 25 de abril de 2025, el mundo del espectáculo mexicano despidió a una figura entrañable de la Época de Oro del cine nacional: Guadalupe Torrentera y Blot, conocida artísticamente como Lupita Torrentera, falleció a los 93 años de edad.

Actriz y bailarina precoz, su vida estuvo marcada tanto por su talento como por su polémica historia de amor con Pedro Infante, el ídolo máximo de México.

Desde su adolescencia, su nombre quedó ligado al del actor, en una relación que, aunque rodeada de escándalos, también dejó como legado a tres hijos. Su partida cierra uno de los capítulos más comentados de la cultura popular mexicana.

Captura de pantalla de Facebook de El Otro CINE Mexicano

Guadalupe Torrentera y Blot: Una vida de pasión, arte y escándalo

La noticia de la muerte de Lupita Torrentera fue confirmada por su hija Lupita Infante, quien a través de redes sociales publicó una imagen de su mamá y un Q.D.E.P.

Aunque no se especificaron las causas exactas del fallecimiento, trascendió que Torrentera presentaba problemas de salud propios de su avanzada edad.

El homenaje póstumo tendrá lugar en Casa Pedregal, ubicado en Av. San Jerónimo No. 140, Jardines del Pedregal, Álvaro Obregón. Se realizará los días 25 y 26 de abril. Y la invitación se realizó para amigos y familiares.

Captura de pantalla de Instagram de Lupita Infante

De Tacubaya al estrellato infantil: así fue Guadalupe Torrentera y Blot

Nacida el 2 de noviembre de 1931 en la tradicional colonia de Tacubaya, en la Ciudad de México, Lupita Torrentera mostró desde muy pequeña un interés natural por las artes escénicas. Comenzó su carrera como bailarina a una edad temprana, demostrando una destreza que le abrió paso en el medio artístico de manera casi inmediata.

Su debut cinematográfico ocurrió siendo aún una niña, en la cinta ‘Historia de un gran amor’ (1942), dirigida por Julio Bracho, uno de los realizadores más importantes de la época. En esta película compartió créditos con figuras de la talla de Jorge Negrete, consolidándose como una de las promesas infantiles más destacadas del momento.

Pese a su incipiente trayectoria, sería su vida amorosa —más que su carrera en sí misma— la que terminaría colocándola en el centro del interés público.

El encuentro que cambió su vida: Pedro Infante

El destino de Lupita Torrentera dio un giro inesperado al conocer a Pedro Infante, el máximo astro del cine mexicano en aquellos años. De acuerdo con diversos testimonios, incluido el de su hijo Guadalupe Infante Torrentera, la relación comenzó cuando ella tenía apenas 14 años y él 28, una diferencia de edad que hoy sería escandalosa y que, incluso entonces, generó rumores y críticas.

La joven, todavía en plena adolescencia, se fue a vivir con Infante sin saber que el actor ya estaba casado con María Luisa León. La situación provocó un escándalo de proporciones mayúsculas en el medio artístico, pues, aunque Pedro nunca formalizó legalmente su unión con Lupita, la pareja tuvo tres hijos: Guadalupe, Graciela y Pedro Infante Torrentera.

La relación entre ambos fue intensa, pero también conflictiva, marcada por las constantes ausencias de Infante debido a su agitada carrera, así como por sus conocidos amoríos con otras mujeres. No obstante, Lupita siempre habló con respeto y cariño del hombre que, a pesar de todo, fue el amor de su vida.

Captura de pantalla de Facebook de El Otro CINE Mexicano

Una vida bajo la sombra de un ídolo

Aunque Torrentera participó en varias películas y fue reconocida como una talentosa bailarina, su vida artística quedó inevitablemente opacada por la leyenda de su romance con Pedro Infante. A diferencia de otras mujeres en la vida del actor, como Irma Dorantes —quien sí llegó a casarse legalmente con él—, Lupita permaneció como una figura ambigua: amada por el público, pero también objeto de juicios sociales.

Tras la trágica muerte de Infante en 1957, en un accidente aéreo en Mérida, Yucatán, Lupita decidió retirarse paulatinamente del medio artístico para concentrarse en la crianza de sus hijos.

En entrevistas ocasionales, siempre habló de Pedro Infante como el gran amor de su vida, evitando entrar en detalles o resentimientos públicos, a diferencia de otros relatos surgidos alrededor del ídolo.

Durante las décadas siguientes, Lupita se mantuvo alejada de los reflectores, salvo algunas apariciones esporádicas en homenajes o programas especiales dedicados a la Época de Oro del cine mexicano. Su figura, sin embargo, jamás desapareció de la memoria colectiva de los admiradores de Pedro Infante.

La partida de Lupita Torrentera cierra un capítulo fundamental en la historia no contada de Pedro Infante. A través de sus hijos, en particular de Guadalupe Infante, quien ha sido una voz constante para preservar la memoria de su padre, Lupita dejó una huella imborrable en el legado del cantante y actor.