De acuerdo con Reporteros Sin Fronteras, México no ha logrado disminuir el saldo rojo en asesinatos a periodistas respecto al año pasado.
En 2018, diez periodistas han sido asesinados, el asesinato de ocho de ellos se cometieron en el sexenio de Enrique Peña Nieto, mientras que en las dos primeras semanas de que inició el gobierno de López Obrador se han registrado dos.
Alejandro Márquez y Diego García Corona fueron asesinados al principio del sexenio de AMLO. (Foto: Especial)
Saldo rojo en periodismo
Según el balance anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF), publicado este martes, México aparece como tercer país más peligroso para ser periodista.
Balance anual @RSF_inter – Asesinatos, encarcelamientos, secuestros o desapariciones forzadas: en 2018 se registró un claro aumento de los actos de violencia cometidos contra periodistas en el mundo https://t.co/a90R661Twd … #RSFRoundUP pic.twitter.com/xgWlGTsDYQ
Balance anual @RSF_inter – Asesinatos, encarcelamientos, secuestros o desapariciones forzadas: en 2018 se registró un claro aumento de los actos de violencia cometidos contra periodistas en el mundo https://rsf.org/es/noticias/balance-de-rsf-2018-sobre-la-violencia-contra-periodistas-todos-los-indicadores-estan-en-rojo … … #RSFRoundUP
Más de la mitad de los periodistas muertos fueron “apuntados deliberadamente y asesinados”, como ocurrió con el editorialista saudita Jamal Khashoggi, asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul el 2 de octubre, y con el periodista eslovaco Jan Kuciak, muerto el 21 de febrero.
El secretario general de RSF, Christophe Deloire, lamentó esta terrible situación que atenta contra la libertad de expresión, así como la vida de los periodistas.
El odio contra los periodistas proferido, o incluso reivindicado por los líderes políticos, religiosos o empresarios sin escrúpulos tiene consecuencias dramáticas sobre el terreno y se traduce en un preocupante aumento de las violaciones respecto a los periodistas.
Multiplicados con las redes sociales, que tienen una gran responsabilidad en este sentido, estos sentimientos de odio legitiman la violencia y debilitan el periodismo un poco más cada día y, con él, la democracia.
Las víctimas son mayoritariamente hombres (77, frente a tres mujeres) que trabajan a nivel local (75 periodistas locales y cinco extranjeros). Afganistán fue el país más mortífero para los periodistas este año con 15 muertos, destronando a Siria, que ocupaba esta posición desde 2012 y pasó a segunda posición con 11 periodistas muertos.
Reporteros Sin Fronteras resalta también que casi la mitad de los periodistas murieron en países en paz, como México (tercer país más peligroso, con diez periodistas asesinados), India (seis muertos) y Estados Unidos (seis) tras el tiroteo contra la redacción del Capitol Gazette.
Aumento de los encarcelamientos
El número de periodistas detenidos en el mundo también aumentó, destaca RSF, con 348 frente a los 326 de 2017 (+7%), un aumento que afecta especialmente a los periodistas no profesionales.
Más de la mitad de los periodistas encarcelados en todo el mundo se encuentran en: Irán, Arabia Saudita, Egipto, Turquía y China, la mayor cárcel de reporteros del mundo con 60 periodistas presos, de los que tres cuartos no son profesionales.
Reporteros Sin Fronteras registró también tres nuevos casos de periodistas desaparecidos a lo largo del año, dos en América Latina y uno en Rusia.
