México acelera detención y entrega de ‘objetivos’ de EU; van 54 en era Trump

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Por colaboración o presión, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum intensificó las acciones que involucran a presuntos delincuentes requeridos por la justicia estadounidense.

La colaboración de México con Estados Unidos ha ido más allá del combate al fentanilo y la contención de los flujos migratorios en la frontera compartida.

En los primeros seis meses del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, autoridades mexicanas detuvieron y/o extraditaron a 79 presuntos delincuentes requeridos por la justicia estadounidense.

De acuerdo con una revisión de Expansión Política, 54 de esos casos -de aprehensiones y “envíos” a Estados Unidos- se registraron en el periodo de Donald Trump, lo que representa el 68.3% del total.

Expertos consideran que las acciones contra “objetivos” de Estados Unidos en México se aceleraron a partir de las presiones de Trump en materia de seguridad.

“Hay presión sobre México directa, clara y evidente. La relación es estrecha y la presión en la relación es constante”, señala Jesús Juárez Sandoval, catedrático de la Universidad Intercontinental.

Entre los presuntos delincuentes detenidos figuran objetivos prioritarios de las agencias estadounidenses, como Humberto Rivera Rivera, “El Viejón”, líder regional del Cártel de Sinaloa en Chihuahua y “exportador” de fentanilo a EU, quien era buscado por el FBI.

Del 1 de octubre y el 3 de abril, el Gabinete de Seguridad capturó a 21 presuntos delincuentes buscados por la justicia estadounidense y 58 más fueron “enviados” o extraditados.

El 76% de las detenciones (16 de 21) se realizaron desde que Trump regresó a la Casa Blanca, mientras que el 65% de las extradiciones (38 de 58) fueron a partir del segundo mandato del republicano, que inició el 20 de enero.

“No podemos negar que la relación entre México y Estados Unidos ha sido de presión, no de ahorita, ha sido décadas, sobre todo en materia de seguridad. Trump es pragmático y busca responder a su base electoral”, advierte Juárez Sandoval.

Carlos Mendoza, investigador del Instituto Ortega y Gasset, coincide en que, detrás de las detenciones y entregas de capos con acusaciones en Estados Unidos está la presión hacia México.

“Yo lo veo más como una presión que como una genuina preocupación y como parte de una estrategia nacional, eso me queda claro, sin embargo, también valoro como favorable que, a pesar de que se haga como una reacción ante la principal potencia del mundo, se esté llevando a cabo”, considera.

“Eso es importante porque, de todas maneras, con López Obrador no se había llevado a cabo, es una buena señal. La administración pasada era indolente, para él eran más importantes otro tipo de divisas, más de carácter electoral, que atender de manera profesional la política de seguridad”.

El también consultor en seguridad asegura que la neutralización de “polos de riesgo” con acusaciones en EU, también evidencia que ahora hay una mayor colaboración entre autoridades de ambos países.

“Yo veo que, cuando menos en el próximo año, se van a seguir llevando a cabo operativos de esta naturaleza (…) aparejado con la detención de personajes políticos que han protegido localmente a estos grupos”, vislumbra.

“Cazan’ objetivos de EU

Las detenciones hechas por autoridades mexicanas han incluido a presuntos delincuentes que incurrieron en delitos como asociación delictuosa, narcotráfico, homicidio, tráfico de armas y trasiego de fentanilo.

Francisco Javier Román-Bardales, uno de de los 10 prófugos más buscados en Estados Unidos, fue capturado en Veracruz. De acuerdo con autoridades mexicanas, el presunto delincuente era buscado por conspiración para prestar y ocultar apoyo material y recursos a terroristas, así como conspiración narcoterrorista, conspiración de crimen organizado y conspiración para traficar extranjeros.

El FBI ofrecía una recompensa de hasta 250,000 dólares por información que condujera al arresto del hombre originario de El Salvador, considerado “alto líder” de la Mara Salvatrucha.

“Es buscado por su presunta participación en la dirección de las actividades de la MS-13 en Estados Unidos, México y El Salvador. Se le acusa de ser un alto líder de la MS-13. Román-Bardales ha sido acusado de varios delitos por su presunta participación en la organización de numerosos actos de violencia contra civiles y pandilleros rivales, así como por su participación en la distribución de drogas y esquemas de extorsión en Estados Unidos y El Salvador”, dice la ficha de búsqueda del hoy capturado

Otro objetivo clave para Estados Unido era Humberto Rivera Rivera, alias “El Don” o “El Viejón”, líder del Cártel de Pacífico en Ciudad Juárez.

“El detenido Humberto ‘N’ es líder de una organización criminal que opera en la zona norte del país. Además de ser objetivo prioritario del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos”, destacó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Elementos federales también aseguraron -el 14 de marzo- a Kevin Fernando Perdomo, quien tenía una orden de aprehensión por homicidio calificado y organizaciones terroristas en El Salvador.

La detención del hombre requerido por el FBI se realizó en Texcoco, Estado de México.

Otras detenciones relevantes son las de Zhi Dong Zhang, ciudadano de origen chino acusado por tráfico de droga y lavado de dinero; y Jehonavy Alexander Valdéz Serrano, alias “El Ingeniero” o “El Quinientos”, por asociación delictuosa y delitos contra la salud.

Extradiciones clave

El ritmo de las extradiciones también se ha acelerado tras el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

El gobierno de Sheinbaum envió en los primeros seis meses del sexenio a 38 presuntos delincuentes para que enfrenten a la justicia estadounidense.

De acuerdo con un estudio de la organización Elementa DDHH, titulado “Extraditar la verdad México”, durante el gobierno de López Obrador fueron extraditados 62 cada año, en promedio.