En La Jirigrilla se mencionó que Anaya había pedido una reunión con los dirigentes del mazacotillo, a quienes calificamos de lepes sin la madurez suficiente para atender una reunión de “alta política”. Después de escuchar a Ricardito, ya entendimos, no era para una reunión de trabajo, era para conocer nuevos amiguitos… y una imagen dice más que mil palabras. ¡Que bueno que Pavel llevaba canicas para todos! y que a Fernandito le prestaron la camioneta de su mamá.