Blandiendo el “dedo flamígero” no se resuelven los problemas.
La inseguridad en el estado de Chihuahua ha hecho crisis en las últimas semanas. Los atentados contra la escolta del gobernador y los ataques perpetrados contra miembros de la Fiscalía, incluído el propio Fiscal, nos dejan claro que los grupos delincuenciales han decidido escalar su guerra contra los que se suponen son los encargados de garantizar a la ciudadanía condiciones mínimas de tranquilidad para llevar a cabo nuestras vidas.
La principal labor del estado es proveer las condiciones mínimas de seguridad para que los ciudadanos no temamos constantemente por la integridad de nuestras famlias y nuestros bienes. Cuando el estado no nos puede dar esas garantías estamos en el inicio de la anarquía, donde la ley de la jungla es la que impera.
Vemos con preocupación que los encargados de combartir el delito están en franca retirada, amedrentados por los ataques que han cobrado varias vidas. Lo lamentable de esta situación no es que las instituciones encargadas de la seguridad pública, incluído al propio gobernador, están bajo ataque, cosa que no es la primera vez, recordemos lo sucedido en 2009 cuando hubo otro ataque directo al entonces gobernador del Estado, José Reyes Baeza, ni será la última.
Mientras Chihuahua sea un estado que es productor, exportador y consumidor de narcóticos, esa será uno de los retos de cualquier autoridad, sea municipal, estatal o federal. El ser frontera con la mayor economía del mundo y el mayor consumidor de narcóticos tiene sus desventajas. Alrededor del 20% de los más de 300 millones de ciudadanos de ese país se meten algo para evadir la realidad sobre bases rutinarias. En nuestro país están sus principales proveedores.
Si los encargados de proveer seguridad a los chihuahuenses no se pueden proveer seguridad ni a si mismos, lo único que nos queda al resto de la sociedad es quedarnos en un estado de indefensión que nos hace cuestionar si vale la pena seguir viviendo aquí, con una salvedad, no todos nosotros tenemos casas en Mazatlán, departamentos en la Ciudad de México o casas en El Paso, Texas como para poder contemplar de manera realista reubicar nuestro domicilio. Nuestras vidas, empleos y negocios están aquí en Chihuahua. Para muchos no es una primera opción empacar nuestras cosas, palos de golf y perros labrador incluídos, subirnos a un avión e irnos. Como el irnos no es nuestra primera opción entonces debemos exigirles a quienes nos pidieron nuestro voto en 2016 que se pongan a trabajar realistamente en resolver los problemas del estado, principalmente lo relativo a la inseguridad.
El 4 de octubre de 2016 Javier Corral nos debió de haber hablado con la verdad. Nos tuvo que haber dicho que el estado estaba quebrado y que sólo se iba a enfocar a los temas de seguridad, educación y salud. Que los pocos recursos de los que dispone el estado se iban a enfocar exclusivamente a esos rubros, garantizando el funcionamiento de las escuelas, los hospitales, las policías, los juzgados y las cárceles. Todo lo demás íbamos a tener que dejar de un lado, sobre todo las prebendas para sus amigos de El Barzón, las despensas que compra el DIF, las tertulias culturales que tanto le encantan, los pasquines como “Cambio 16” y toda la publicidad en medios de comunicación que le sirven de espejo para su abultado ego. Desarrollo Rural debería enfocarse a su labor normativa, Desarrollo Social debería de desaparecer como caja chica de las “organizaciones sociales” que son sus amigos. En fin, haber hecho una reingeniería total de la función del Gobierno del Estado para enfocarla a lo básico que los ciudadanos esperamos de nuestros gobernantes.
En vez de eso se ha dedicado a construír un culto a la personalidad para sí mismo, teniendo como caja de resonancia los recursos públicos pagados a los medios de comunicación “que son libres y dicen la verdad”… se ha dedicado a desaparecer la división de poderes, quiere ponerse a redactar personalmente la nueva Ley de Participación Ciudadana para incluir a la revocación de mandato en vez de dejar que los diputados locales hagan su trabajo, puso a Lucha Castro en el Consejo de la Judicatura para hacer y deshacer en el Poder Judicial, removió ilegalmente al presidente del ICHITAIP porque no le cumplió un caprichito para su amiguito especial. En materia de combate a la corrupción, lo que más resalta es el abuso de la figura de testigo protegido, donde Jaime Herrera es el “poster boy” de la impunidad. No combate los excesos y corruptelas en el área de salud, la promoción económica del estado se limita solo a querer hacer un estadio de futbol nuevo para su flamante secretaria de Desarrollo Económico… en fin por donde se vea el gobierno de Javier es una decepción total.
Ahora con los dos fallos adversos que la SCJN le infringió al Poder Legislativo de Chihuahua lo lamentable es que Javier Corral pretende generar cortinas de humo para distraer la atención de la crisis de inseguridad que vive el estado. Hay que tener presente como la labor de todo el actual Gobierno del Estado está enfocada al mitín autocomplaciente que pretende tener Javier el próximo domingo 15 de abril. Literalmente el estado se está cayendo a pedazos y el señor de lo único de lo que se preocupa es de que le pongan las bocinas más grandes posibles para poder escuchar su propia voz. Nos queda muy claro que extraña sus días de legislador, donde lo único que hacía era subirse a la tribuna y desde ahí, blandiendo su dedo flamígero dispensaba a diestra y siniestra condenas y absoluciones para todos los problemas públicos por más complejos que estos pudieran ser.
En este 2018 tenemos los ciudadanos la oportunidad de ejercer nuestro derecho a votar lilbremente, muchos de los que aspiran a los distintos cargos de elección popular nos quieren convencer que para resolver los problemas de este país lo único que se requiere es “voluntad”. La realidad no es así. La realidad es mucho más compleja. Ahí tenemos a Javier que no ha podido ni podrá resolver los problemas del estado, por más que esgrima su “dedo flamígero”… resolver los graves problemas quen nos afectan como sociedad con solo apuntar su dedo únicamente sucederá en su imaginación.
Hay que decir las cosas tal cual y como son.
@AlejandroLeyvaM