Cuando estamos en medio de una pelea nuestro cerebro suele sabotearnos sin que lo notemos, por eso te compartimos este artículo sobre cómo ganar una discusión con tu pareja evitando los siguientes puntos.
Primero está el amor, ese que mantiene a las parejas unidas como muéganos y que hace parecer todo tan perfecto como película romántica. Pero unos meses después, llega la inevitable necesidad de generar conflicto por absolutamente todo, sólo que a diferencia de cómo se piensa normalmente, pelear no debería ser tan cansado y frecuente, esto según Stan Takin, terapista estadounidense que encontró especialmente interesante el tema de las peleas de pareja.
Tras hacer el análisis segundo a segundo de grabaciones realizadas a diversas parejas mientras sostenían una pelea, Takin identificó que el cerebro humano contiene una serie de características que empeoran los conflictos en las relaciones amorosas. Por eso, te compartimos este artículo sobre cómo ganar una discusión con tu pareja tomando en cuenta los siguientes puntos que tienen mucho que ver con que la pelea se vuelva interminable.
1.La memoria es traicionera
Por más que en algunas ocasiones se pudiera casi jurar la veracidad con la que sucedieron los hechos, la mente humana tiende a almacenar los recuerdos acorde al estado de ánimo, es decir, que si en el momento nos encontrábamos bajo estrés por ejemplo, la manera en cómo se recuerda lo sucedido probablemente esté un poco distorsionada.
2.Lentitud para captar errores
Existe un grupo de estructuras en el cerebro que se encargan de corregir errores, el proceso para que éstas capten la parte incorrecta en cada situación requiere tiempo y energía que al momento de estar manteniendo una pelea, simplemente no se dan, evitando que la sangre, oxígeno y glucosa llegue al cerebro. Por lo que si en el momento de estar lanzando argumentos justicieros a tu pareja se queda pasmada y sientes que se te queda viendo dudoso, no es que dude de tu capacidad de debate, simplemente está siendo víctima de un proceso fisiológico que en segundos le hará entrar en tema de nuevo.
3.La comunicación no es tan buena como parece
Usualmente, en la vida diaria los mensajes que se envían no son tan claros como parece, incluso en situaciones tan simples como el significado de una palabra podría variar de persona a persona. Si esto se da en la cotidianidad de la paz mental, es de imaginarse cómo funciona al momento de una pelea. La solución es preguntarle constantemente al otro a que se refiere, o como diría Tatkin: “se curioso en vez de furioso”.
4.El cuerpo también comunica
5.Peleas que no valen la pena
Existen situaciones en pareja que por su simpleza, desde un principio podrían ser solucionadas con un acuerdo mutuo, así que lo mejor es detenerse a valorar el asunto antes de actuar.
El compartir la vida con otra persona siempre traerá enfrentamientos debido a un largo historial de gustos, creencias y costumbres que los diferencian por lo que las relaciones amorosas siempre serán un acto de constante negociación, que con un buen trabajo en equipo traerá mejor entendimiento y una relación más sana.