El ingenio mexicano es mítico, ejemplos hay muchos en la rica historia de nuestro país, desde aquella leyenda urbana que señala de donde surgió la idea de que el “41” es el número que identifica a los homosexuales, como chanzas en contra de presidentes, de los hombres más ricos y claro, la capacidad enorme de los mexicanos de burlarnos de nuestras tragedias.
Puede usted echarle la culpa al maestro Posadas, aquel que con sus calaveras se burlaba de los gobernantes y de los hombres ricos, puede usted recurrir al maestro Jesús Martínez Palillo, aquel que con su frase, “bola de esdrújulos, pulpos chupeteadores, hijos de su repinpin chamacos”, que desde la Carpa México, hacia carcajear al público y “moler chile con la cola” a los políticos de su época, en especial a José López Portillo, el presidente de ese entonces.
Culpe usted a quien quiera, pero lo cierto es que el albur y el juego de palabras para burlarse del poder esta prácticamente incrustado en nuestro ADN.
Un maestro de la prepa -mejor dicho de la vida-, señalaba sumamente risueño, “que sería de ese ingenio, si estuviera al servicio del bien”. Y algo tenía de razón el maestro.
“El presidente vive en los Pinos, pero el que manda vive en frente”, decían con burla aquellos que en los años después de la Revolución señalaban que el judío manco Elías Calles, seguía siendo el dueño del poder en el país.
“¿Pregunta quién mato a Villa?, ¡Calles-se señor!”, respondían los de ese entonces, con gran certeza sobre ese hecho.
“¿Quién mató a Colosio?, no pos está Pelón”, es otra genialidad de los mexicanos, para esclarecer el asesinato del candidato priista a la presidencia del país.
Y hoy en nuestra época de pandemia por Coronavirus, surge en las redes sociales un texto, el cual nadie tiene dudas de su significado: “Jamás pensé ver el enfrentamiento entre un parásito y un virus”.
La genialidad es enorme, y de inmediato surgieron diferentes variantes como la del que agregó, “el colmo es que sé que el parasito tiene tata suerte el cabrón, que creo que es el que va a ganar, pero de todos modos le voy al virus”.
Twitter anunció que no aceptará que se suban contenidos en donde se haga mofa de quienes contrajeron ese virus y que no van a permitir comentarios en el sentido de desear el mal a quien lo padece. Y ese anunció se da luego de que Andrés Manuel López Obrador, anunciara que se encuentra contagiado.
Pero el ingenio del mexicano es enorme, muchos hicieron juegos de palabras, pero ese: “Jamás pensé ver el enfrentamiento entre un parásito y un virus”, que se viraliza y muchos comparten habla de un grado de hartazgo ciudadano enorme.
Bueno, ese ejemplo quizá solo sea igualado al juego de palabras que dice: “a Javier Corral no lo podemos acusar de nada, pues él tiene toda su vida sin hacer nada y en estos últimos cinco años, sigue igual”. Y claro que todo mundo o cuando menos una gran mayoría de chihuahuenses lo entienden a la perfección.
Estamos en plena época pro-electoral y el fenómeno debe de ser analizado por quienes estarán en las boletas electorales, pues la burla del mexicano es sinónimo de lo que viene, y el que no le crea, que le pregunte a Peña Nieto.
