Tras varias horas dentro de la presidencia Municipal de Ojinaga, el delegado federal y representante del gobierno de Andrés Manuel Lopez Obrador en la entidad, Juan Carlos Loera de la Rosa, sigue sin poder salir de ese inmueble en donde se ha dado varias refriegas entre campesinos y polipreventivos que buscan poner a salvo al funcionario federal.
Testigos presenciales de los hechos señalan que desde primera hora de este martes el delegado llegó a la reunieron que se sostendría con productores campesinos, funcionarios estatales, diputados locales y funcionarios de la Comisión Nacional del Agua, para tratar el tema de la apertura de las compuertas a las presas de Chihuahua para extraer el vital líquido y pagar el tratado internacional de aguas que México tiene firmado con los Estados Unidos.
“Cuando el delegado se salió a fumarse un cigarro, fue cuando se dio el primer enfrentamiento, se le echaron encima y tuvieron que entrar a resguardarlo unos agentes estatales y unos municipales”, señala uno de los funcionarios federales testigo de la gresca.
Al continuar con su narración, comenta, “lo tuvieron que volver a meter a la presidencia y luego de un rato fue cuando los productores voltearon la troca del delegado y también volcaron otro vehículo del gobierno federal, tenemos miedo de que ahora que ya obscureció le prendan fuego a las dos camionetas”.
Explica que ya se han dado varios intentos para abrirle paso al delegado federal, pero que no han podido dispersar a los productores campesinos y que aunque han solicitado apoyo de la Guardia Nacional, no llega ninguna unidad al lugar.
“Esto está muy caliente, no hay forma de hacer que se calmen los ánimos y no hay más apoyo para proteger al delegado y a otros funcionarios”, dice la fuente.
De esta forma se espera que las autoridades estatales y federales envíen unidades de diversas corporaciones para contener los ánimos y rescatar a Juan Carlos Loera de quien algunos dicen sigue en calidad prácticamente de secuestrado.
