Expectativa Vs Realidad en la elección

La mayoría es la que decide… Los ecos del evento de Claudia… Andrea Chávez cierra campaña… Marco Bonilla y Xóchitl con el Recodo… El debate en Coparmex la nota los porros… Sindicato de Bachilleres en paz… La tragedia y los memes de Máynez…

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La mayoría es la que decide…

Los ecos del evento de Claudia…

Andrea Chávez cierra campaña…

Marco Bonilla y Xóchitl con el Recodo…

El debate en Coparmex la nota los porros…

Sindicato de Bachilleres en paz…

La tragedia y los memes de Máynez…

Este viernes estaremos a diez días del día de la elección, encuestas hay de todos colores y de todos sabores, aunque habría que reconocer que la mayoría de ellas señalan como clara ganadora a Claudia Sheinbaum y solo un par de ellas dicen que la que va a ganar es Xóchitl Gálvez.

Sobre las encuestas de Claudia se dijo y explicó que tenían un 75% o más, de “rechazo” es decir, que al momento de levantarlas, 75 de cada cien ciudadanos o no respondían o no terminaban con “la batería de preguntas” y que al momento de revisar “el segmento” de los que sí respondían, el 90% o más de ellos, eran ciudadanos de niveles sociales muy bajos y por ende, había que entender que esas encuestas tienen un sesgo enorme a favor de la candidata de la 4T, pues es en ese estrato social donde la 4T tiene su clientela más amplia.

Pues bien, las encuestas que presenta Massive Caller, que es la encuestadora que muchos han señalado de estar muy cercana al PAN, son levantamientos vía llamada telefónica, y en la información sobre la metodología y el levantamiento, señalan que tienen un 95% de rechazo, de tal forma que si una encuesta es de mil llamadas telefónicas, en realidad ellos tuvieron que hacer  -se supone- 20 mil llamadas para conseguir los mil levantamientos y presentar los porcentajes.

No poniendo en tela de duda que eso sucede, es decir que la empresa hace las 20 mil llamadas, hasta alcanzar los mil ciudadanos que sí respondan, en realidad lo que esa encuesta nos dice es que el 95% de los ciudadanos están tan hartos de esta campaña, que ni siquiera quieren contestar si van a votar o no y mucho menos por quien van a votar el próximo día dos de junio.

Para muchos está muy claro que los partidos políticos están en crisis, que todos ellos padecen guerras intestinas, que cada día crece más la desconfianza del ciudadano y que todos los días los partidos, el gobierno y los políticos en general pierden credibilidad por sus actos de corrupción.

Aunado a eso, es el hecho innegable de que gobierne quien gobierne, la corrupción es brutal en el país y que los grupos del crimen organizado siguen creciendo a pasos gigantes desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, (1988-1994), que fue la época en la que la marihuana dejó de ser el principal producto que movían los narcos en México y pasaron a la cocaína y demás drogas duras, que fue la época cuando México empezó a dejar de ser un “país de paso”, para convertirse en consumidor de esas drogas.

Entonces lo que hay que entender es que la elección presidencial del próximo dos de junio, no será la fuerza de los partidos políticos lo que defina quien va a ganar la presidencia, pues es tan pobre el llamado “voto duro” de los partidos, que en realidad cualquier cosa podría pasar si estuviéramos esperando un resultado que dependa de ese llamado “voto duro”.

Ahora bien, hay quienes dicen, volteando a ver otras elecciones en el mundo, que “la izquierda está perdiendo elecciones en todos lados” y que por ende, eso que pasa en otras latitudes lo vamos a copiar los mexicanos.

Otros explican que el “hartazgo ciudadano” es tan grande en México, que es imposible pensar en que la 4T va a lograr mantener la presidencia.

En lo que se refiere a las elecciones en otras latitudes, lo que hay que entender es que para que la oposición gane una elección, tienen que darse varios factores, el primero, un hartazgo absoluto, que genere en la mayoría de los ciudadanos el deseo al cambio.

Dos, que la oposición sea una opción real de cambio, pues si no representan una opción completamente distinta a la que se vive, entonces lo que sucede es que se presentan votaciones a la baja, con un nivel de abstencionismo enorme, que le facilita mucho al gobernante ganar la elección, con la movilización de su voto clientelar o con la compra de votos.

Y tres, sin un adalid en las urnas, el ciudadano no sale a votar, por más hartazgo que le genere la situación bajo la que vive. Hay quienes discuten ese tercer punto, diciendo que eso es imposible y cuando lo discuten, da risa, pue al parecer ya se olvidaron de los 70 años de pésimos gobiernos priistas y de como seguían triunfando en las urnas, con una oposición que no generaba confianza y con candidatos que de plano no generaban empatía en el elector.

Sobre el “hartazgo ciudadano contra la 4T”, es un asunto mucho muy discutible y se tiene que analizar y preguntar, ¿cuales y cuantos ciudadanos son los que están hartos? pues si eso fuera cierto, entonces la 4T no hubiera ganado todas las elecciones que ganó el año pasado, es decir, claro que hay ciudadanos hartos, el hecho es que no hay una medición confiable sobre de que lado está la mayoría que sí va a ir a votar, porque quiere ir o porque la lleven, pero que sí emita su voto.

Pero bueno, estamos a partir de este viernes a diez días de la elección, los opositores más emocionados hablan de que estamos a unos días de que se presente una votación histórica con más del 70% de participación, que ni siquiera dudan de un 75% “y quizá de un 80%”.

De plano eso se ve irreal por todos lados. La única votación que en México llegó a niveles históricos de participación, fue la de 1994, después del asesinato de Luis Donaldo Colosio, cuando se presentó el que fue llamado “el voto del miedo”, con el 77.16% de los votos del listado nominal.

En 1988, la elección de Salinas, fue con el 52.01%; la del 2000 con Fox, votación histórica porque por primera vez ganó la oposición, fue una participación de 63.97%; la de Felipe Calderón en el 2006, cuando “AMLO es un peligro para México”, presentó un nivel de participación del 58.55%; la de Peña Nieto en el 2012, fue del 63.10%, después de la llamada “guerra del narco” y con el fenómeno del “voto de la desesperación”, por los niveles de violencia que tenía el país, en un sexenio que llegó a los 120 mil 463 homicidios. 

La elección del 2018, cuando gana el Peje, se dio una participación prácticamente similar a la de seis años antes con el 63.42% y todos los votos del PRI, PAN y PRD juntos, no le ganaban a los votos que consiguió el Peje.

Bastaría decir que en la elección del 2012, Peña Nieto logró 19 millones 158 mil 592 votos, el PAN, con Josefina Vázquez Mota como candidata, 12 millones 732 mil 630 sufragios y AMLO, como candidato del PRD, 15 millones 848 mil 827 votos. Pero para el 2018, el PRI se desplomó a solo conseguir poco más de 9 millones 289 mil sufragios, el PAN 12 millones 610 mil y AMLO como Morena, los poco más de 30 millones de votos.

Es decir, en seis años, el PRI perdió 10 millones de votos, el PAN solo perdió 120 mil votos, pero el Peje, repuntó prácticamente 14 millones 200 mil sufragios.

Vale decir que en la elección de Peña, se contabilizaron 48 millones 906 mil 759 votos, mientras que en la del 2018, con el Peje, fueron 55 millones 39 mil 913 sufragios. Una diferencia de poco más de 6 millones 133 mil votos, pero una diferencia porcentual de apenas el 0.32% respecto al listado nominal.

En seis años, el porcentaje de votación vario prácticamente nada, el número de votos si, pero hubo un movimiento de 15 millones de votos que cambiaron de partido. Hoy la pregunta es si las condiciones realmente están dadas para que se de un cambio absoluto en el sentido del voto de la mayoría, o cuando menos de cerca de 10 millones de mexicanos.

Para esta elección, hay quienes analizan se pueda presentar una votación a la baja y establecen que pudiéramos regresar a niveles de participación por debajo del 55% y que no hay forma de pensar que la elección del próximo dos de junio llegue al 60%.

Si eso se cumple, estamos hablando de una votación que ronde, en sus mínimos, los 53 millones de electores y en sus máximos, 60 millones, es decir, se puede dar una cantidad de votos menor a la que se presentó hace seis años cuando 56 millones 611 mil 27 ciudadanos depositaron su voto en las urnas.

Al analizar la posibilidad de una votación baja, todos los que revisan números, sostienen que si el porcentaje de participación es menor al 60% del listado nominal, entonces la ganadora sería Claudia Sheinbaum y que conforme más baje la votación, ella obtendría una diferencia a su favor mucho mayor. Y que la única forma que hay de que Xóchitl Gálvez gane la elección, es que el nivel de participación sea igual al del 2018 o que supere esa marca y que pueda llegar al 65%.

Con ese análisis se acuerda uno de una vieja frase de priistas, que decían, “todo va bien, si la gente no sale a votar ganamos” y hoy digamos que eso se repite.

Así que lo que hay que entender, es que todo depende de los ciudadanos y para colmo de muchos amigos que se declaran “xótchil-lovers”, es que en este momento no hay en todo el país, un fenómeno social que nos permita suponer que se va a presentar una votación copiosa, pues la oposición no genera confianza en el electorado, los partidos políticos están “derrotados” y la candidata de la oposición, “no es la gran adalid, llamada a rescatar a México”.

Faltan diez días y ese es el análisis frío, sin anteponer deseos, esperanzas o filiación política, el resultado está en manos de los ciudadanos, no de la sociedad, porque claramente no hay un fenómeno social propiamente dicho, si existiera como sucedió con Fox, o como pasó con Peña Nieto en el 2012 o como ocurrió hace seis años con el propio Peje, sería mucho muy evidente, hoy no lo es y por eso muchos se comen las uñas, unos hablan con la esperanza, con expectativas de que “algo” ocurra, mientras que algunos otros solo vemos lo que parece ser la realidad. Pero su opinión, es la más importante y dentro de 10 días, a las 9 de la noche, se tendrá el cante del conteo rápido, que puede ser el que ponga todo claro…

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Sobre el cierre de campaña de Claudia Sheimbaum, este jueves se dieron varios comentarios bastante interesante, les presentamos los que más jiribilla tenían:

Corral no se presentó, ni hubo evento aparte con él, al parecer ya quedó muy en claro que ni a los chairos les gusta y que su mala imagen solo ensucia a la candidata en la entidad. Así que se puede pensar que es cierto aquello de que no está en los planes de la candidata y que su pago es exclusivamente la senaduría.

Que hubo acarreo, ni dudarlo, de todos lados y de todas las formas posibles, pero al final de cuentas, eso lo hacen todos, así que no causa mayor ruido los señalamientos sobre el particular.

Cruz Pérez Cuéllar cumplió con su parte, los camiones que venían de Juárez enviados por él, venían llenos, lo mismo que lo que tenían que hacer Juan Carlos Loera y Andrea Chávez.

En Chihuahua capital al que muchos acusan de no haber hecho la chamba bien, fue a Marco Quezada, quien hace unos meses decía que ganaba el distrito octavo federal, que es un “rock star en las calles” pero a la hora de revisar donde estaban los suyos, pues de plano nadie los vio.

El PT sí cumplió con los suyos, pero del PVEM, no hubo más que unos cuantos chícharos.

Queda en claro que un cierre de campaña citado a las 11 del día, entre semana, en día hábil, fue un acto de soberbia política inaudito, pero también que había que entender que Chihuahua le representa a Claudia y a la 4T, solo el 1.7% del voto nacional, así que o se hacia a esa hora o no había cierre con la candidata presidencial, pues son más importantes otras entidades.

Dato “curioso”, es que Claudia arrancó su primera gira en nuestra entidad como “candidata” cuando ganó la interna el año pasado, su primer evento como candidata oficial, fue en Juárez y su primer evento de cierre de campaña fue el del miércoles pasado.

En fin, cada quien ve en ese evento lo que quiera ver…

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Por cierto, este domingo 28 de mayo, será el cierre de campaña de Andrea Chávez, el cual lo va a realizar en la “Plaza de Todos”, esa que los viejos recuerdan con el nombre de “La Esperanza”, propiedad del candidato a la alcaldía de Chihuahua Capital, pero de Movimiento Ciudadano, Kike Valles.

El equipo de Andrea, hizo circular la invitación, “Al ritmo de “La Mushasha Shula de Shihuahua”, queremos celebrar con quienes nos han mostrado su cariño en cada recorrido, en cada casa y en cada puerta, pero también con quienes aún no hemos podido coincidir.

Nos acompañará Espinoza Paz y tendremos las mejores cumbias con nuestros amigos de la Sonora Dinamita, porque Morena y la Cuarta Transformación es alegría, cultura y corazón”.

Así que hay que ir al evento para medirlo, digo, bajo el entendido que Espinoza Paz y la Sonora Dinamita, son capaces, cada uno por separado, de llenar ese inmueble hasta cobrando por la entrada. Ojalá y que los del equipo de prensa de esa campaña, tengan unos boletos VIP, “pa ir” a escuchar al Espinoza, ¡digo!, para estar en buena zona y ponerle atención a la candidata…

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Por su parte, Marco Bonilla cierra campaña en “El Palomar”, quienes saben de lo que platican en el cuarto de guerra de esa campaña, dicen que quieren llenar esa plaza con cuando menos 30 mil personas.

Es posible que lo logren, digo, con “la mamá de los pollitos” amenizando el evento, pues no hay forma de pensar otra cosa, y es que la banda “El Recodo”, es “la mama de todas las bandas” y ellos solos, son capaces de llenar con 30 o 40 mil asistentes un estadio y cobrando buena lana por las entradas. 

Además de Marco Bonilla y los candidatos a diputados locales y federales, estará la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, no se tienen dudas de que el lugar estará a reventar, sábado, por la tarde, “El Recodo” a buena hora, pues hay que ir. Ojalá y que esos también tengan la amabilidad de enviar boletos de esos de adelante, para ir de sombrero y botas para cantar al ritmo del Recodo… ¡Perdón!, para escuchar y hacer las notas de los candidatos…

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Este jueves fue el debate organizado por la Coparmex Chihuahua, al nota del evento fue el enfrentamiento que se dio a las afueras del Centro de Convenciones, donde las porras se comportaron como porros y se dieron de madrazos unos a otros.

Varias versiones señalan que los que empezaron el pleito fueron los de la 4T, los videos que circulan sobre el enfrentamiento, muestran a los de guinda agrediendo a los de la aldea pitufa.

Mientras tanto, al interior del inmueble, el candidato de Morena, el ex panista Miguel La Torre le dio hasta por pelearse con la audiencia porque le aplaudían a Marco Bonilla, cuando este desmentía al ahora candidato de la 4T. Se vio novato Miguel y hasta se extraña uno, digo, era un evento del sindicato patronal, ese que siempre ha estado pintado de azul pitufo, no había forma que Miguel no supiera que eso iba a ocurrir.

El enojo tanto hizo perder la concentración al “Pelón”, que por eso perdía parte de su tiempo discutiendo por los aplausos a favor de Bonilla y luego hacía berrinche porque según él, los moderadores “lo cortaban su tiempo”, pero era él, el que había perdido tiempo por estar en el berrinche.

Kike Valles, estuvo en ese debate y para muchos fue claro que él iba a hacerle “el caldo gordo” al candidato de la 4T y a contar el cuento ese de que los demás candidatos “le robaron sus propuestas de campaña”, expresión que de plano nadie le cree al buen amigo.

En fin, debatieron y se dijeron cosas, más menos lo mismo de siempre, para colmo a la misma hora que se jugaba “la ida” en la final del futbol mexicano entre Cruz Azul y el América, así que no hay manera de pensar que ese debate tuviera buen nivel de espectadores…

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En medio del ambiente electoral, en el Colegio de Bachilleres se realizó la elección de la nueva mesa directiva del Sindicato, proceso que transcurrió sin problemas y en una jornada que se puede calificar como exitosa de cabo a rabo. 

Hay quienes felicitaron al director del Pachi, al buen amigo, Humberto “El Patito” de las Casas, quien hizo la chamba de poner las condiciones de respeto y reglas claras, para que el proceso se desarrollara de manera libre y sin intromisiones políticas, como había la amenaza de que ocurriera. Se puede decir que “El Patito” no cayó en la tentación de querer ser el protagonista en esa elección y por eso del reporte es de todo en calma.

El proceso electoral fue sin problemas y la que ganó fue Ruth Lopez quien logró 949 votos a su favor contra los 650 de su adversario, así que pónganles estrellita a los del sindicato y al “Patito”, pues el Colegio de Bachilleres está en paz y no hay amenazas de nada, pueble proceso fue limpio…

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Una verdadera tragedia lo ocurrido en San Pedro Garza García, en el estado de Nuevo León, los fuertes vientos derribaron el templete del cierre de campaña de los candidatos de Movimiento Ciudadano.

El saldo de 9 muertos, entre ellos un menor de edad y más de 120 heridos, es en verdad una absoluta tragedia.

Pero todavía no se contabilizaban los muertos y heridos, para cuando en las redes sociales corrieron los memes burlándose del candidato Jorge Álvarez Máynez, de su reacción de salir corriendo, del hecho de que fue el primero al que llevaron a un hospital privado y que después de dos horas regresó al lugar de la tragedia para enviar un video a sus redes sociales, en donde se le ve claramente afectado y todavía temblando de miedo por lo que ocurrió.

El meme que más circuló, fue recordando cuando él en el ultimo debate, preguntaba que si a quien quería uno tener cerca al momento de un ataque, a cualquiera de las dos candidatas, o a él, afirmando que las candidatas correrían y que él si se iba a quedar a dar el pecho, pues bien, en el video es claro que él fue el primero en correr y lo que es peor, nunca pensó en las víctimas, así ni como ayudarle…