Un incendio mató a 15 niños, incluidos varios bebés, en un orfanato en Haití, dirigido por una ONG evangélica.
La trabajadora Rose-Marie Louis dijo declaró que vio cuando retiraban los cadáveres de 13 niños del orfanato del templo Bible Understanding en Kenscoff, en las afueras de Puerto Príncipe.
De acuerdo con las autoridades, dos niños murieron en el establecimiento y 13 por asfixia en el hospital de Fermathe.
Louis, empleada del orfanato, dijo que siete de los niños fallecidos eran bebés y los restantes tenían entre 10 y 11 años. El incendio inició alrededor de las 21:00 horas de ayer y los bomberos tardaron una hora y media en arribar.
También mencionó que el orfanato se iluminaba con velas debido a un desperfecto de su generador e inversor de corriente, lo que pudo haber generado el accidente. Los rescatistas arribaron en motos, sin oxígeno envasado ni las ambulancias necesarias para transportar a los niños al hospital, dijo el funcionario de defensa civil Jean-Francois Robenty.
“Podríamos haberlos salvado. No teníamos equipos para salvarles la vida”, dijo Según Robenty, las autoridades creían que había más cadáveres de niños en el interior y los rescatistas trataban de retirarlos hoy por la mañana.
La organización evangélica perdió la autorización de su orfanato tras una serie de inspecciones a partir de noviembre de 2012. Los inspectores criticaron la sobrepoblación, las condiciones insalubres y la escasez de personal debidamente capacitado.
En 2013 a través de una visita sorpresa a los dos hogares de la organización, se registró que contaban con un total de 120 niños y había camastros con colchones gastados en salas, las cuales estaban sucias, los baños y escaleras eran malolientes y las habitaciones oscuras, carentes de la menor comodidad o decoración.
Tras el incidente, la jueza de la comuna de Kenscoff, Raymonde Jean Antoine, informó que el establecimiento, que no tenía autorización legal para operar desde 2013, albergaba 66 niños.
La Church of Bible Understanding, con sede en Scranton, Pensilvania, identifica sus dos hogares en Haití como orfanatos, aunque es común que familias muy pobres entreguen sus niños a centros residenciales donde reciben alojamiento y educación durante algunos años, aunque técnicamente no sean huérfanos.
