Empleados Federales Reparten folletos con versión oficial engañosa sobre el agua en la entidad

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Hasta tratan de justificar el asesinato de Jessy Silva.

Los reparten en los municipios de Cuauhtémoc, Bachínia, Belisario Domínguez, Cusihuiriachi, Gran Morelos, Namiquipa, Riva Palacio y General Trías

A través de un folleto propagandístico que empleados federales reparten a la población de los municipios de Cuauhtémoc, Bachíniva, Belisario Domínguez, Cusihuiriachi, Gran Morelos, Namiquipa, Riva Palacio y General Trías, el gobierno federal trata de hacer crecer “su verdad” sobre el conflicto del agua en nuestro estado, folleto en e que incluso tratan de justificar el asesinato de Jessy Silva asegurando que todo fue parte de un enfrentamiento en la presa.

El folleto en cuestión señala que:
 
“Nuestro país comparte con Estados Unidos el Río Colorado y el Río Bravo, por lo que en 1944 se pactó un Tratado Internacional de Aguas entre ambos países con el fin de repartirse el agua.
Gracias a este tratado, nuestro país recibe mil 850 metros cúbicos de agua al año (un metro cúbico equivale a mil litros) proveniente del Río Colorado. A cambio de ello, nuestro país está obligado a dar dos mil 158.6 metros cúbicos cada cinco años, es decir 432 millones por año”.
 
De tal forma que afirman que ese tratado es sumamente benéfico para nuestro país, “ya que recibe cuatro veces más agua de la que entrega, además se le permite no saldar el adeudo en un quinquenio, lo cual ya sucedió, pero debe hacerlo el siguiente quinquenio en su totalidad, situación que se vence este 24 de octubre”.

No explican en el folleto de quien es la culpa o los motivos por lo cuales no se cumplió con el pago en el quinquenio pasado.
 
Sí establecen que son los ríos de la cuenca del Bravo los que deben devolver agua y que esos son el Conchos de Chihuahua, Las Vacas, San Rodrigo, San Diego y Escondido de Coahuila, así como El Salado que pasa por Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
 
Sostienen que el más caudaloso de todos ellos es el Río Conchos, por lo que es al que obligan a pagar el 54 por ciento del total del agua para este tratado. Es decir que nuestra entidad pagaba cerca de 233 millones de metros cúbicos y Coahuila, Nuevo Léon y Tamaulipas se dividían el pago de los restantes 199 millones de metros cúbicos de agua.

Informan que desde 1994 hasta la fecha han disminuido las aportaciones que se obligaba a pagar a Chihuahua, la cual llegó a entregar el 61% del tratado, es decir se llegó a entregar hasta 263 millones de metros cúbicos de agua de Chihuahua, mientras que las otras entidades entre las cinco solo entregaban 169 millones, algo así como 56.33 millones cada una.

Lo que no explica ese folleto, es que esa reducción en la cantidad de agua entregada al tratado, se debe a que en nuestra entidad creció la producción agrícola, en productos como la nuez, algodón, chile, melón, cebolla, alfalfa y otros más en los que nuestra entidad se convirtió en el principal productor nacional del país y que genera una derrama económica para los productores locales de más de 21 mil millones de pesos.

Señala el folleto a manera de queja, que solo dejamos de entregar el 61% el agua que México tiene que pagar por ese tratado y que se ha reducido hasta solo llegar a un 38%, mientras que los otros ríos han aumentado su aportación, pero aún y con esa reducción en la aportación, resulta ser que las demás entidades solo entregan cada una de ellas el 28%, de tal forma que sigue siendo Chihuahua el estado que más agua entrega.
 
Informa el gobierno federal que “el Granero ya aportó el 100 por ciento de su aportación; Las Vírgenes de igual manera, únicamente falta entregar el 9.5 por ciento de la presa La Boquilla, correspondiente a los Distritos de Riesgo 005 y 113 de Delicias. No obstante, Chihuahua ha recibido el 100 por ciento del agua de las concesiones agrícolas, Tamaulipas sólo el 90 por ciento y Sonora el 76”.

La situación de las concesiones agrícolas de esas otras entidades, no tiene nada que ver con nuestra entidad, pues para eso existen las presas y el manejo de las mismas le corresponda exclusivamente a la Conagua y no es a nuestra entidad a quien le corresponde solucionar el tema, pues además en el caso de Sonora, resulta ser que son los escurrimientos de lluvia que caen en nuestra sierra los que nutren a sus presas y ríos.
 
Insisten en señalar que son “los intereses políticos y económicos que han realizado protestas para impedir que el Gobierno de México cumpla con este tratado: en febrero, un grupo de agricultores se opuso para que CONAGUA abriera las compuertas de la Presa La Boquilla; en marzo, tomaron carreteras, vías del tren, quemaron vehículos y oficinas del gobierno federal”.
 
Relata que en junio, en Ojinaga se suscitaron hechos violentos con la reapertura de la presa El Granero; en julio elementos de la Guardia Nacional resguardaron la presa Las Vírgenes y los manifestantes se violentaron de nuevo.
 
Posteriormente, El gobierno de Chihuahua y CONAGUA acordaron garantizar el agua suficiente para el ciclo agrícola de este año, el cual y se entregó al 100 por ciento.
 
En septiembre, líderes políticos y agricultores organizaron un mitin para que cerraran las compuertas de la presa La Boquilla, repartieron palos, alcohol y bombas molotov. La Guardia Nacional (GN) y el Ejército resistieron y para evitar violencia se retiraron del lugar.
 
Sobre el asesinato de Jessyca Silva por el ataque en su contra por parte de elementos de la Guardia Nacional, en la que también su marido resulto gravemente herido, justifican el hecho señalando: “Se suscitó un incidente con elementos de la GN, mismos que fueron puestos a disposición para la investigación que realiza la FGR y no habrá impunidad” y tratan de justificar esa agresión señalando que: “en el mismo lugar, un grupo de encapuchados quemó máquinas de electricidad de la presa con daños de 100 millones de pesos, que también se investigan”, cuando ambos incidentes ocurrieron en días y lugares distintos.
 
“El Gobierno de Chihuahua y quienes acaparan el agua dicen que no deben pagarse con agua, pero todos los gobiernos en los últimos 40 años lo han hecho. El agua se ha convertido en un gran negoció para los productores de nuez o alfalfa y muchos políticos son grandes beneficiarios y concesionarios de agua, casi todos del PRI, PAN (hay uno en MORENA). Además, se acercan elecciones en Chihuahua y quieren usar esta demanda a su favor”, dice el folleto repartido por el Gobierno federal con claros tintes electorales.
 
Por ultima termina el folleto señalando: “Esta situación ha obstaculizado que México pueda cumplir con el tratado de Aguas de 1944 y nos pone ante un posible conflicto internacional, pues pone sobre la mesa una renegociación del tratado que podría afectar a nuestro país, además ya hay afectaciones en el sector productivo de la frontera pues el bloqueo de las vías del tren impide la llegada de insumos”.

Vale agregar que en ninguna parte de ese folleto repartido por el gobierno federal establece alguna ruta de solución al problema y su redacción solo se entiende como publicidad electoral que busca generar encono en la población.