El ‘lejano’ 2024 y la ausencia de líderes atractivos

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En lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador no se ha presentado algún perfil o perfiles atractivos para el electorado mexicano rumbo a las elecciones intermedias de 2021 y mucho menos para las elecciones presidenciales de 2024.

Tanto el “regreso a la vida pública” del excandidato presidencial Ricardo Anaya como los señalamientos de Porfirio Muñoz Ledo respecto a las ambiciones políticas de Marcelo Ebrard han puesto en el foco de la opinión la sucesión presidencial dentro de cuatro años.

Además de estas dos figuras políticas, Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco; y Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, son los perfiles más destacados dentro de un grupo de gobernadores con aspiraciones presidenciales, considera Nicolás Loza Otero, investigador en Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) México.

Sin embargo, Loza Otero advierte que hasta el momento los grupos de oposición parecen estar diluidos y en el caso de los aspirantes que pertenecen a Morena o al gobierno federal, la disputa interna por la elección de un dirigente del partido en el poder, modificará el balance de fuerzas rumbo a 2024.

No a todo lo viejo

Si bien resulta precipitado hacer un pronóstico político de 2024, hasta el momento el gobierno federal ha tenido éxito en desarticular críticas o proyectos por parte de la oposición. 

Loza Otero pone como ejemplo la propuesta elaborada por ex secretarios de salud para atender la pandemia por Covid-19 y frenarla en ocho semanas.

“Es  una propuesta seria, no se trata de calificar si es correcta o no. Sin embargo, fue relativamente fácil para el actual subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, y el presidente descalificarlos con el argumento de que Narro no había construido 30 hospitales o de que era imposible tener una fórmula mágica, arrinconaron en la discusión pública esa propuesta. El propio Gatell señaló que se trataba de un esfuerzo auspiciado por un partido político”, apuntó el especialista.

Señaló que López Obrador ha construido un discurso efectivo en torno a los personajes del “pasado neoliberal que fue catastrófico”.

“Estamos en un terreno discursivo que lo más relevante no es la realidad, sino la articulación del discurso y la credibilidad del emisor del discurso. Lo que sabemos es que AMLO y sus colaboradores gozan de credibilidad y aprobación y las oposiciones carecen de ambas características, no tiene credibilidad y aprobación y es muy difícil saber cómo salir del laberinto”.