En un año pueden cambiar muchas cosas. Bien lo saben en Wuhan, el primer gran epicentro de coronavirus en el mundo.
Mientras que en enero de 2020 y ante la preocupante cifra de contagios las autoridades imponían un confinamiento domiciliario que iba a durar 76 días; en el 2021 la situación es muy diferente y reina la normalidad en la urbe.
La mayoría de países viven actualmente inmersos en la segunda o tercera ola y han sufrido repuntes de contagios, pero China sigue manteniendo bajo control la pandemia. Wuhan, por ejemplo, no reporta ningún positivo local desde hace ocho meses, por lo que sus habitantes se animan a disfrutar de la vida en la calle.
Es frecuente ver a las personas caminando, yendo a restaurantes o a comercios o quedando con los amigos y familiares para realizar cualquier actividad de ocio.
Aunque la mascarilla todavía se sigue viendo con frecuencia, la imagen contrasta con la de un año atrás, con un Wuhan con positivos en aumento en el que la pandemia se extendía rápidamente.
