El ‘arma de doble filo’ del SAT con la que recauda más

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En un año de pandemia y con la crisis económica más profunda en 90 años, la recaudación de impuestos en México no ha sufrido un descalabro que un panorama de esta magnitud haría suponer.

Entre enero y agosto de 2020, los ingresos tributarios del país ascienden a 2.62 billones (millones de millones) de pesos, una variación real de -0.5% en términos reales si se le compara con el mismo periodo de 2019, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Los ingresos por el impuesto al valor agregado (IVA) y por el impuesto especial sobre productos y servicios (IEPS) bajaron 1.8% y 5.2%, respectivamente en los primeros ocho meses de este año. Sin embargo, los correspondientes al ingreso sobre la renta (ISR), han subido 1.1%, gracias al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y a una estrategia agresiva que va sobre las grandes empresas.

Durante este año, grandes corporativos, como Walmart de MéxicoAlseaBBVA México y Femsa han anunciado acuerdos con la autoridad tributaria para pagar miles de millones de pesos por ejercicios fiscales de años anteriores. En algunos casos, estos pagos pesaron sobre los reportes financieros de las empresas, como Femsa, que tuvo pérdidas en el primer semestre de 2020, las primeras en 20 años, debido a los 8,790 millones de pesos (mdp) que tuvo que enterar al SAT.

La estrategia del SAT de ir sobre los grandes contribuyentes ha sido efectiva para mantener los ingresos tributarios en un entorno sumamente complejo para la economía y las finanzas públicas del país. Sin embargo, especialistas advierten que esta es un “arma de doble filo”, pues puede no ser sostenible en el largo plazo y trastocar los planes de inversión de grandes empresas en el país.

Grandes contribuyentes

La recaudación a grandes contribuyentes es la que más ha crecido en este año. De enero a agosto, el SAT ha obtenido 77,829 millones de pesos (mdp) a través de estrategias de cobranza y fiscalización, un 185% más que en el mismo periodo del año anterior que recaudó a través de estos medios, de acuerdo con el Informe sobre la Operación Recaudatoria del SAT.

¿Quiénes son los grandes contribuyentes? El organismo recaudador los clasifica como las empresas con ingresos anuales superiores a 1,517 mdp, a las que están en el sector financiero, a la industria petrolera, empresas extranjeras con operaciones en México, empresas que integran sus resultados fiscales, Pemex t la CFE.

En lo que va del año, estos grandes corporativos han aportado a la hacienda pública 1.181 billones de pesos, lo que constituye el 52% del total de los ingresos tributarios del país, de acuerdo con cifras del SAT.

Su mejor herramienta para recaudar han sido las auditorías, tanto nuevas como en proceso, así como la revisión de la devolución de los saldos a favor de IVA para evitar pagos improcedentes.

Solamente por actos de fiscalización, los grandes contribuyentes han pagado 154,957 millones de pesos en ocho meses. Esto es equivalente al 50% de lo recaudado por esta vía entre 2013 y 2018, afirma el SAT en su informe.

Arma de doble filo

El año pasado, México aprobó una reforma que equipara la evasión fiscal y simulación de operaciones con delincuencia organizada, por lo que muchas empresas se han puesto al corriente bajo la amenaza de varios años de cárcel con la nueva legislación.

Asimismo, las autoridades mexicanas también han entablado litigios contra los corporativos con los que no han llegado a acuerdos de pago. El 1 de octubre, el procurador fiscal, Carlos Aranda, dijo a la agencia Reuters que dos grandes empresas en México enfrentan procesos penales, aunque declinó informar de cuáles se tratan.

Más allá de las leyes que prevén castigos más severos a los evasores de impuestos, varios consideran que las prácticas hechas por el SAT son demasiado hostiles contra la iniciativa privada. La Asociación Internacional de Abogados (IBA, por sus siglas en inglés) envió una carta a funcionarios mexicanos, acusando a la SHCP y al SAT de “amenazar abiertamente el estado de derecho”, pues han advertido a contribuyentes a no recurrir a abogados y asesores fiscales en procedimientos de conciliación.

Alil Álvarez Alcalá, fundadora de una firma de abogados especializada en materia fiscal, comentó que este enfoque agresivo sobre las grandes empresas es un “arma de doble filo”, pues hay muy pocos contribuyentes en México que pueden dar una proporción grande en recaudación.

Puedes lograr que la recaudación sea mayor en 2020 o no se caiga, pero es importante analizar si este efecto es sostenible y si es deseable en la relación contribuyente-Estado“.

La especialista advirtió en un foro sobre las reformas fiscales para 2021, el pasado 30 de septiembre, que una de las consecuencias de esta estrategia es que las empresas modifiquen sus planes de inversión.

“Los contribuyentes de altos ingresos son sumamente móviles, y pueden mover sus recursos a otros países donde perciban menos riesgos“.

De este modo, la estrategia de México para recaudar más de las grandes empresas y así capear la gran crisis económica ha sido efectiva. Pero esta arma puede tener un gran defecto: Solamente funciona una vez.

No le vas a estar sacando al mismo contribuyente 8,500 millones de pesos cada año”, dijo por su parte Luis Pérez de Acha, Socio del despacho Pérez de Acha e Ibarra de Rueda.