Donald Trump y otro portazo a la OMS: anunció que no se sumará al programa de acceso a la vacuna contra el Covid-19

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que no colaborará en la iniciativa internacional para desarrollar y distribuir una vacuna contra el coronavirus. El líder republicano basó su decisión en la desconfianza que le tiene a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Más de 150 países crearon el Centro de Acceso Global a Vacunas contra el Covid-19, o COVAX, una iniciativa vinculada a la OMS que permitirá aprovechar un conjunto de posibles vacunas para garantizar que sus ciudadanos tengan una cobertura veloz con las que sean consideradas efectivas. De hecho, la organización dijo que incluso los gobiernos que están haciendo tratos con fabricantes particulares podrían beneficiarse de su integración en el COVAX, porque podría suministrarles vacunas de respaldo en caso de que resulten ineficaces las que negocien de manera bilateral con los fabricantes.

Sin embargo, Trump, que semanas atrás anunció un acuerdo con el laboratorio Moderna para asegurarse 100 millones de su futura vacuna, se negó a sumarse y desde la Casa Blanca indicaron que el país no quiere ser restringido por grupos multilaterales. La decisión la anunciaron a menos de dos meses de confirmar que Estados Unidos se iba a retirar de la OMS, a la que acusan de precisar de una reforma urgente por una fuerte influencia de China.

“Estados Unidos continuará comprometido con nuestros socios internacionales para garantizar que derrotemos a este virus, pero sin vernos limitados por organizaciones multilaterales influenciadas por la corrupta Organización Mundial de la Salud y China”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere. “Este presidente no escatimará en gastos para garantizar que cualquier vacuna nueva cumpla con nuestros estándares de seguridad y eficacia dictados por la Administración de Alimentos y Medicamentos, sea probada cabalmente y salve vidas”.

La decisión del gobierno generó reproches de la oposición. Entre ellos, el representante demócrata Ami Bera, de California, dijo que la medida obstruirá la batalla para poner fin a la pandemia. “Sumarse a COVAX garantiza el acceso de Estados Unidos a una vacuna, sin importar quién la desarrolle primero’. Esta postura de ir por nuestra cuenta pone a Estados Unidos en peligro de no conseguir una vacuna”.

Europa sí se suma

La Unión Europea (UE), por su parte, confirmó estar interesada en el programa. Si bien no hubo declaración oficial hasta el momento, y pese a las dudas anteriores respecto del tema, la comisión está interesada porque entiende que así se permite a los gobiernos obtener vacunas de empresas que no están negociando con Bruselas, entre ellas las estadounidenses Merck, Inovio y Novavax.

Ante este escenario, los Estados se comprometieron a no entablar negociaciones paralelas con los mismos fabricantes, aunque esto “no excluye la posibilidad de participar en negociaciones con otras compañías de vacunas a través de COVAX”, dijo un portavoz.

La nueva posición representaría un cambio de estrategia después de que el ejecutivo de la UE aconsejara a los 27 Estados que no compraran vacunas a través del programa de la OMS por considerarlo lento, costoso y legalmente incompatible con el programa paralelo de adquisiciones del bloque. El supuesto cambio se produce después de que la OMS suavizara en agosto los términos para que los países ricos se unan a su iniciativa, que tiene como objetivo contar con 2000 millones de dosis para el 20% de las personas más vulnerables del mundo para finales de 2021.

Hasta ahora, la UE tiene un acuerdo de compra anticipada de vacunas con AstraZeneca y aseguró estar en conversaciones con Johnson & Johnson, Sanofi, Moderna y CureVac. A meses de comenzada la carrera para dar con la solución a la pandemia, AstraZeneca anunció el lunes que su vacuna ingresó en la etapa final de pruebas en Estados Unidos. Otras dos candidatas también comenzaron sus pruebas finales: la de Moderna y la de BioNTech.