Continúan policías y bomberos brindando apoyo a la comunidad ante contingencia sanitaria

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Debido a la actual pandemia y a las consecuencias económicas que ésta ha dejado en varios sectores vulnerables de la comunidad, policías y bomberos del municipio de Chihuahua no han cesado de brindar ayuda a personas de escasos recursos, a fin de contribuir con aquellos que más lo necesitan.

Desde marzo del presente año, cuando iniciaba la contingencia por COVID-19, y ante la afectación financiera que muchas personas y grupos sociales empezaron a padecer como consecuencia del desempleo y el cierre de diversos negocios, elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal unieron esfuerzos para gestionar despensas, kits de sanitización o medicamentos, ante empresarios o instancias gubernamentales.

A fin de prevenir más contagios por coronavirus, los policías y apaga incendios se dieron a la tarea de acudir a varios asilos de ancianos, al Hospital Infantil y a asentamientos indígenas a realizar labores de limpieza y desinfección, utilizando químicos altamente efectivos en el combate al virus, entre otras acciones de apoyo moral, como cuando acudieron a regalar flores y dar serenata al personal médico de diferentes hospitales, o económico a personas que sacaban “el trapo rojo” al exterior de sus domicilios como símbolo de extrema necesidad.

Días atrás agentes adscritos a la Policía Escolar y a la Unidad de Atención a Pandillas entregaron literas, colchones y cobijas, a una madre y a sus hijos en la colonia Jardines de Oriente, quienes por ser foráneos y de bajos recursos no contaban con lo básico para pasar las frías noches que ya se están presentando en la ciudad.

En otra acción humanitaria, con ayuda de distintas instancias del Gobierno Municipal, los uniformados del grupo de proximidad remodelaron, casi en su totalidad, una vivienda de la calle Cuarta, cuyo dueño debió abandonarla debido a los graves daños que ocasionaron las lluvias.

Recientemente miembros de la Unidad de Atención a Pandillas y de la Subdirección de Justicia Cívica gestionaron también despensas para un asentamiento rarámuri ubicado al norte de la ciudad, sin duda alguna, uno de los sectores más afectados económicamente durante esta contingencia.