Congreso a Receso Por Intromisión Chaira: Crónica

635

La sesión del Congreso del Estado inició de manera normal, pase de lista y toda la cosa, había quorum legal, se leyó la orden del día y empezaba con un mensaje y posicionamiento de parte del diputado Lorenzo Arturo Parga, por la muerte del secretario del ayuntamiento de Guerrero, a quien le iban a ofrecer un minuto de silencio, pero la manifestación chaira llegó desde gallopa, donde Castrejón y tres personas más instaban a los diputados de Morena a que tomaran la tribuna para frenar la sesión porque a ese partido no le permitieron llegar a la presidencia del Congreso y tampoco a la de la Junta de Coordinación Política.

“Esto es una burla, es una falta de respeto, para que guardan un minuto de silencio si no saben ni cumplir la ley”, les gritaban los “tlacuache power” desde la tribuna en el segundo piso.

Los de Morena tuvieron que subirse a la tribuna, “el pueblo se los exigía” y René Frías Bencomo presidente del Congreso, hizo lo “políticamente correcto”, llamar a un receso y pedir apagaran los micrófonos.

Los chairos metidos en su papel, barrieron hasta con los suyos y enfocaron sus baterías contra la diputada Anna Carmen Estrada, a la que acusaban de traidora, pues ella es parte de la mesa directiva a la que ellos llaman espuria.

Desde el Bronx los gritos seguían, no dejaban a Miguel Ángel Colunga coordinador de la bancada de Morena en el Congreso del Estado, defender su honra, eran más fuertes y sonoros los gritos de Castrejón que la tímida explicación que él pretendía dar a media voz.

Fue necesario que se aventara la diputada priista Rosy Gaytán, con su estilo sesentero, de mitinero priista en rancho jodido, la que señaló que ellos van a seguir con procesos legales para hacer que el Congreso cambie de manos.

Fue aplaudida por “el tlacuache power” y eso le permitió a Colunga y luego al “Pichu” de la Rosa, dar una explicación dialéctica y hegeliana de porque a Morena le toca la presidencia del Congreso.

La porra aplaudía y lanzaba porras, señalando que los diputados no están solos.

Fue casi media hora de gritos, porras y escándalo, hasta que la reunión pudo proseguir, se levantó el receso, dejando en claro que eso va a seguir así un día sí y otro también.