Este lunes 23 de noviembre se reunirán los titulares de las secretarías de Innovación y Desarrollo Económico, General de Gobierno y de Salud, con el sector comercial y restaurantero, para establecer nuevas modalidades de reapertura y pedirles que firmen un compromiso.
El gobernador Javier Corral Jurado anunció que a partir del lunes 23 de noviembre, el estado de Chihuahua entra en una etapa de semáforo rojo modificado, y es por eso que este lunes se reunirán los titulares de las secretarías de Innovación y Desarrollo Económico, General de Gobierno y de Salud, con el sector comercial y restaurantero, para establecer nuevas modalidades de reapertura y pedirles que firmen un compromiso para cumplirlas.
Los bares, centros nocturnos, tianguis, iglesias, cines y gimnasios continuarán suspendidos, al igual que se mantienen los horarios y restricciones de venta de alcohol hasta el 1 de diciembre.
Actividades no esenciales como la industria, van a poder operar con un aforo de hasta el 30% del número máximo de registros en el IMSS, pero también podrán irse hasta el 80% con una certificación de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
En el nuevo semáforo rojo modificado, también podrán abrir las bibliotecas pero sólo para préstamo externo de libros y materiales, cubriendo las medidas y protocolos sanitarios.
Las tiendas de autoservicio también estarán abiertas, con el aforo permitido según su espacio y extensión.
El jueves 26 sesionará nuevamente el Consejo Estatal de Salud, para analizar el comportamiento de las variables establecidas y el viernes 27 de se dará a conocer si se continúa en rojo modificado o se podrá transitar al naranja en alguna de las regiones a partir del 30 de noviembre.
Este semáforo fue acordado de manera conjunta con el Gobierno Federal, cuenta con 10 indicadores que serán monitoreados diariamente y estos son:
1.- La ocupación de camas para pacientes COVID en general.
2.- La ocupación de camas para pacientes en áreas de terapia intensiva para quienes desarrollan la enfermedad, sobre la insuficiencia respiratoria aguda grave.
3.- Luego el promedio semanal de capacidad de pruebas diarias.
4.- El promedio semanal de casos nuevos.
5.- La tasa de transmisión.
6.- La comparación de enfermedades respiratorias del 2020 con relación al año 2019, en las mismas fechas.
7.- La comparación de los datos estadísticos con las neumonías de este año con el anterior.
8.- El promedio semanal de pruebas diarias realizadas.
9.- El porcentaje de pruebas positivas.
10.- El promedio semanal de defunciones por COVID-19 que es la enfermedad que causa el nuevo coronavirus.
Cabe señalar que cuando pasamos al amarillo muchas personas relajaron las medidas y salieron a fiestas, restaurantes, bares, a ver a los amigos, a la familia, y a consecuencia de esto se produjo un crecimiento exponencial en el nivel de contagio para llevarnos de un nivel promedio de menos de 1,000 contagios una sola semana a más de 4,000.
Este dato es muy importante: del total de 33 mil 937 casos que tenemos confirmados de COVID-19 en el estado, 14 mil 790 se produjeron de la semana 41 a la 45, es decir, en un mes y una semana, se produjo el 44% de los contagiados que en toda la pandemia.
De las dos mil 813 de funciones que tenemos en el estado de Chihuahua por COVID-19, mil 87 fueron de la semana 41 a la 45. Es decir, en sólo un mes y medio tuvimos el 39% de todas las defunciones que se han producido, confirmadas, en el estado.
A finales del mes de octubre y principios del presente mes de noviembre la ocupación hospitalaria llegó al nivel histórico más alto a nivel estatal: el 83%, sin embargo en las dos principales ciudades del estado, donde precisamente se concentra el mayor problema Juárez y Chihuahua, la ocupación hospitalaria llegó a estar al 100%.
Los objetivos estas nuevas medias, son, primero reducir la movilidad, bajando la presencia de personas en la calle pero sobre todo el fenómeno de concentración de personas en los lugares.
Cortar también la cadena de contagio, bajar el índice de ocupación hospitalaria y disminuir el número de defunciones.
