A diez años del incendio en la guardería ABC, recordamos 10 momentos que han sido clave en la historia de esta tragedia.
El uniforme de las Chivas Rayadas del Guadalajara era el favorito de Santiago. Sus padres no lo olvidan. Tampoco olvidan que disfrutaba mucho ver los programas de Discovery Kids y que ningún animal lo cautivaba tanto como los cuervos. Su reacción al escuchar a Green Day interpretar “Basket Case”, era de lo más divertida. Agitaba la cabeza junto a Roberto, su papá, con quien pasaba las tardes antes de que llegara de trabajar Martha, su mamá.
A diferencia de las autoridades, ni a Roberto ni a Martha se les olvida que hace diez años, una de las mayores tragedias en la historia del México reciente, les arrebató la vida de Santiago: el incendio en la guardería ABC en Hermosillo, Sonora. Santiago no volvió más a casa. Ni él, ni 48 niños más. Diez años… Diez momentos para no olvidar.
5 de junio del 2009
La guardería ABC, ubicada en la colonia Y Griega, en Hermosillo, Sonora, compartía el edificio con una bodega de archivos de la Secretaría de Hacienda del gobierno de Sinaloa, misma que, al momento del incendio, no contaba con extintores ni alarmas contra incendios.
La siesta de los pequeños y el aire acondicionado
La bodega, instalada desde el año 2002, siete años antes de la tragedia en la guardería, tenía habilitados sistemas de aire acondicionado que, según los empleados que ahí laboraron desde las 08:00 y hasta las 14:35 de ese 5 de junio, dejaron apagados. Fue a las 15:00 horas que los pequeños dormían la siesta en las instalaciones de la guardería.
El peritaje de la PGR, el inicial, indicó que en la bodega de control ocurrió un sobrecalentamiento de un sistema de enfriamiento que se fundió y provocó el incendio pues todo cayó sobre más de cinco toneladas de archivo.
Negligencia… Siempre negligencia
176 niños dormían en la guardería contigua a este edificio que contenía materiales tóxicos, puertas de emergencia clausuradas, techos falsos y tabiques endebles. No hubo detectores de humo y mucho menos extintores. La rapidez del incendio entorpeció la evacuación de los pequeños y la mayoría de ellos, morían por asfixia.
Héroes anónimos
Padres de los niños, vecinos del lugar, peatones que por ahí pasaban de casualidad, todos comenzaron a hacer lo posible para salvar a los pequeños, para sacarlos sanos y salvos de la guardería. Policías y vecinos colaboraron con sus autos para trasladar a los niños más lastimados a los hospitales más cercanos.
Haciendo boquetes, esa era la manera en que los ciudadanos, paramédicos y policías, intentaban ayudar a los niños a salir de ese infierno al que muy pocos consiguieron sobrevivir. 49 de ellos, lamentablemente, perdieron la vida.
El papel de las autoridades
“Nuestros pensamientos, nuestras acciones y nuestras oraciones están con las familias que hoy están viviendo esta terrible situación. Como mexicano, como padre de familia, como Presidente de la República que soy, estoy verdaderamente entristecido y consternado desde el momento en que me enteré de la tragedia”, dijo el entonces primer mandatario Felipe Calderón, al tiempo que el gobernador de Sonora, Eduardo Bours, enviaba sus condolencias desde Arizona, en donde se encontraba por motivos de trabajo.
La polémica comenzó cuando un día después de la tragedia, se supo que una de las dueñas de la guardería ABC, era ni más ni menos que familiar de la primera dama, Margarita Zavala. Su nombre: Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo.
