Un grupo de científicos abrió la tumba ubicada en la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén y esto fue lo que encontraron.
Un equipo de científicos abrió por primera vez en más de dos siglos la tumba de Jesucristo en Jerusalén. El famoso Santo Sepulcro, uno de los sitios más importantes para el mundo del cristianismo, se encuentra al final de la Vía Dolorosa en la histórica ciudad de Israel. De acuerdo a los Evangelios, José de Arimatea ofreció el sepulcro a la familia de Jesús para que pudiera enterrar el cuerpo después de la crucifixión y antes de que llegara el Sabbath, el día sagrado (sábado) donde no se pueden realizar actividades.
Abren la tumba de Jesucristo
Según los Evangelios, el cuerpo de Jesucristo fue depositado en el Santo Sepulcro tras la crucifixión por parte de los romanos cerca del año 33 de nuestra era. Días después, cuando María Magdalena acudió a la tumba para ungir el cuerpo, éste ya no estaba. En ese momento, dos ángeles vestidos de blanco y Jesús aparecieron a su encuentro para confirmarle que había resucitado y que debía anunciarlo a los Apóstoles. Por ello, para el cristianismo, el Santo Sepulcro en Jerusalén es un lugar fundamental al constituirse como el lugar donde se dio la Resurrección. Dentro de la tradición cristiana, la Resurrección forma parte de los Misterios Gozosos junto con la Ascensión de Jesús al cielo, la venida del Espíritu Santo (Pentecostés), la Asunción de la Virgen María y la Coronación de María como reina de todo lo creado.
Tras la Resurrección de Jesús, Jerusalén fue prácticamente destruida en el año 70 durante la primera guerra judeo-romana y la tumba quedó en el olvido. Varios siglos después, en el año 312, el emperador Constantino tuvo la visión de una cruz en el cielo y firmó el famoso Edicto de Milán. En ese momento, tras convertirse al cristianismo, Constantino encomendó a su madre Helena que fuera a Jerusalén en búsqueda de los lugares y objetos santos. Uno de ellos fue el Santo Sepulcro y ahí se hallaron tres cruces cerca de la tumba que está a unos metros de donde supuestamente se ubicaba el Gólgota o Monte Calvario (el lugar donde murió Jesús). Tras conocer el descubrimiento de Helena en el año 326, Constantino ordenó que se construyera la actual Basílica en Jerusalén.
Desde octubre de 2016, un grupo de científicos recibió luz verde para abrir la tumba de Jesucristo por primera vez desde que fue reconstruida tras un incendio en 1810. El objetivo era realizar trabajos de restauración en el Santo Sepulcro, especialmente en cuestiones de cimentación. Cabe recordar que, luego del incendio de 1810, se construyó un Edículo que cubre la tumba de Jesús y esa fue otra de las metas de preservación para los investigadores y especialistas. Los turistas que visitan el Santo Sepulcro se forman afuera del Edículo para después ingresar a la antecámara de la tumba. En su interior, antes de la primera puerta, hay una placa que conmemora la Resurrección de Jesús.