2019 podría ser el año más violento de la historia: Semáforo Delictivo

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Si el número de delitos de alto impacto cometidos durante 2019 siguen la tendencia marcada entre enero y septiembre, este año será el más violento del que se tenga registro, advirtió Santiago Roel, fundador y director de Semáforo Delictivo Nacional, herramienta de evaluación y prevención social de la violencia y la delincuencia. 

De acuerdo con los resultados trimestrales de este indicador, durante el tercer trimestre del año se han registrado 25,890 víctimas de homicidio, es decir, 15.9 homicidios por cada 100,000 habitantes. Esto representa un incremento de 1% respecto al mismo periodo de 2018, cifra que aunque no aparenta ser un incremento significativo al compararlo con el año pasado, la magnitud se muestra al advertir que representa un 19% superior a la media de los últimos tres años.

En materia de extorsión, el Semáforo Delictivo Nacional registró 6,355 casos de este tipo, lo que significa que en este tercer trimestre 4.6 de cada cien mil habitantes fueron víctimas de este delito, lo que representa un aumento de 35%. 

El narcomenudeo también aumentó 22% en comparación al mismo periodo de 2018, al registrar 5,937 de estos delitos. 

Otro siniestro que registro un salto fue el de robo a vehículo, al contabilizar 14,453 de estos sucesos entre julio y septiembre de este año, lo que representa un despunte de hasta 12% y una media nacional de 103 por cada 100,000 habitantes. 

Esta tendencia al alza de los delitos de alto impacto están impulsadas en gran medida por la política de drogas establecida durante el gobierno de Felipe Calderón y continuada por las administraciones de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, afirmó Roel. 

“Es una estrategia equivocado y para estas alturas ya lo debería tener muy claro para estas alturas, prometieron regular las drogas como estrategia de paz y no ha habido un solo paso en esta dirección, tienen la mayoría del Congreso de la Unión y no ha habido ninguna discusión de leyes”. 

El operativo en Culiacán, Sinaloa, para capturar a Ovidio Guzmán, hijo del Joaquín “El Chapo” Guzmán, y su posterior liberación debido a los disturbios y amenazas generadas por grupos delictivos en ese municipio, es una de los ejemplos más claros de la falta de claridad en la estrategia de seguridad del gobierno actual. 

Incluso, Roel señaló que por la características de las acciones de seguridad en esta administración se puede inferir que se siguen instrucciones del United States Drug Enforcement Administration, mejor conocida como la DEA. 

“Seguir la ordenes de la DEA estos son los problemas que nos causan, eso es lo que està haciendo la administración actual, rendirse ante la DEA, una vez más, cuando sabemos que no hay país que haga lo que hace México, ni Estados Unidos combate su tema de narcotráfico como Mñexico ¿qué capos agarran allá? Ninguno, administran el problema por un lado están regulando algunas drogas como el Cannabis y por otro lo administran porque saben bien que está no es la solución, peor si lo imponen a México”. 

El especialista recordó que desde la implementación en 2008 del Plan Mérida, financiado a travás del Departamento de Estado de Estados Unidos para “apoyar al sector de seguridad y justica mexicanos para combatir y procesar a las organizaciones de crimen transaccional”, se dispararon los delitos de alto impacto en el país.